Cada día crece el número de personas que se realizan tatuajes. Estimaciones del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) señalan que uno de cada 10 mexicanos posee un tatuaje, es decir, más de 12 millones de personas.
Nuestro país, de hecho, es el primero en toda Latinoamérica con más expresiones de este tipo.
“El porcentaje puede ser mucho mayor si se añade a las personas que se tatúan o se realizan microblading con fines cosméticos para definir y delinear cejas, ojos y boca”, afirma la doctora Esmeralda Bastidas, experta en medicina regenerativa y antienvejecimiento.
Agrega que a la fecha no sólo los jóvenes buscan hacerse tatuajes, también adultos que no lo hicieron anteriormente porque existían muchos prejuicios alrededor.
“Los tatuajes o microblading con fines cosméticos también van al alza, pues tanto hombre como mujeres, jóvenes y adultos, buscan lucir muy bien y lo más natural que sea posible. Además, el estilo de vida actual otorga poco tiempo para el maquillaje diario”.
Problemas comunes con los tatuajes. El problema, agrega la doctora Esmeralda Bastidas, es que no todos los tatuajes salen como queremos, ya sea porque el tatuador no era tan versado como pensamos o porque nos arrepentimos del diseño elegido.
“Es también común que el diseño, tanto del tatuaje o el microblading, no sea el adecuado para el rostro de la persona, que quede asimétrico o que el color no sea el correcto”, puntualizó.
Otra situación bastante usual es que las personas se arrepientan de realizarse tatuajes vinculados a una pareja con la que se terminó la relación.
Soluciones equivocadas para borrar tatuajes. Frente a un diseño que ya no se desea, la mayoría opta por volver a tatuarse encima en un intento por corregirlo o disimularlo.
“Tatuarse encima de uno que salió mal sólo dificulta más su borrado, también son complejos de eliminar los de ceja y boca, así como los que tiene colores rojo, verde y amarillo”.
Afortunadamente, asegura la doctora Esmeralda Bastidas, hoy sí existen alternativas seguras para remover tatuajes.
Se trata de láseres de luz pulsada que lo que hacen es literalmente pulverizar el pigmento, como si se tratara de una roca, para que el sistema linfático lo elimine.
“En el mercado, hay varios; sin embargo, los más efectivos son los de picosegundos como el Discovery Pico, pues el nivel de pulverización de la tinta es mayor y, por lo tanto, más fácil su drenado.
“Por lo general se requieren de cuatro a cinco sesiones para borrarlos, pero pueden ser más o menos dependiendo del tamaño, los colores, el tiempo que se ha tenido o si se ha retocado o rediseñado”.
Tras el tratamiento hay que evitar la exposición solar por dos semanas; aplicar protector cada dos horas los primeros 10 días; emplear crema cicatrizante cada tres horas por cinco días. Puede utilizar maquillaje a los tres días e iniciar su rutina facial diaria 10 días después del procedimiento.
Los tatuajes deben borrarse por manos expertas. Este tipo de aparatología sólo se encuentra en manos de dermatólogos, médicos estéticos o clínicas avaladas por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) como Neoclinic.
Concluye la doctora Esmeralda Bastidas que la prevención es nuestra mejor aliada, por lo tanto, es importante acudir a estudios, clínicas dermatológicas o estéticas que tengan permiso de la Cofepris y pensar dos veces el diseño que queremos, porque hoy día hay muchos tatuadores, pero existen muy pocos especialistas que puedan eliminar los tatuajes que salieron mal.
