Desde 1879, la Compañía Vinícola del Norte de España se ha consolidado como una de las bodegas familiares más emblemáticas del mundo. Nacida en Haro, Rioja, de la visión de los hermanos Eusebio y Raimundo Real de Asúa, ha mantenido viva la tradición vinícola a lo largo de cinco generaciones, combinando respeto por la tierra, innovación en la elaboración y compromiso firme con la calidad.
Hoy, ese mismo compromiso se refleja en México, país donde CVNE ha echado raíces profundas y donde se ha convertido en sinónimo de confianza y excelencia.
La relación de CVNE con México es histórica y cercana. Desde hace más de 60 años, sus vinos se han posicionado como referentes indiscutibles en nuestro país. No se trata únicamente de cifras de ventas sino de vínculo cultural y gastronómico que ha acompañado a generaciones de mexicanos. Su nombre se vive en cada celebración, en cada mesa donde el vino se convierte en puente entre sabores, tradiciones y emociones.
La gastronomía mexicana, reconocida como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, es universo complejo de aromas, texturas y contrastes. En este escenario, los vinos de la marca han encontrado lugar privilegiado, logrando maridajes que exaltan tanto la riqueza de los platillos tradicionales como la sofisticación de la cocina contemporánea. Desde mole poblano acompañado de Imperial Reserva, hasta ceviche fresco con la vivacidad de Monopole, la bodega ha demostrado que sus vinos elevan la experiencia gastronómica.
El secreto de esta integración está en la diversidad del portafolio. Con etiquetas como Cune Crianza y Reserva, La Val, Imperial Reserva, Contino, Roger Goulart, Monopole, Cune Bailarina, Bela, entre muchas otras, la bodega ofrece vinos para toda ocasión.
Cune Crianza, por ejemplo, es el vino favorito de los españoles y también uno de los más reconocidos en México, gracias a su versatilidad y a esa capacidad de convertirse en compañero confiable en cualquier mesa.
Monopole, el vino blanco más antiguo de España, ha acompañado la evolución del paladar mexicano, ofreciendo frescura y tradición en cada sorbo. Y etiquetas como Imperial han sido protagonistas en los espacios más selectos, representando lo mejor de la enología española ante consumidores cada vez más exigentes.
La marca ha sido aliado de México, juntos han transformado y evolucionado para ofrecer lo mejor de ambos mundos en cada espacio donde se encuentran; compartir experiencias en celebraciones centenarias, nacionales, acompaña la mesa de las familias mexicanas, despierta la curiosidad de nuevas generaciones, quienes descubren vasta variedad de etiquetas con aromas y sabores que proveen amplitud de sensaciones.
Así, al estar presente en momentos cotidianos y en celebraciones importantes, la Compañía Vinícola del Norte de España tiene vinos que nunca fallan para las generaciones de consumidores que buscan calidad, autenticidad y carácter.
México y España comparten hoy relación de complicidad y confianza que sigue fortaleciéndose. El vino español más degustado en nuestro país es parte de la historia de la gastronomía mexicana contemporánea, aliado de su diversidad y esa es la verdadera grandeza, el ser parte del presente de México y, al mismo tiempo, referente indiscutible para su futuro.
