
Marimar Estate, fundada por Marimar Torres en 1986, es bodega californiana con raíces en la tradición vitivinícola española. Marimar, miembro de la cuarta generación de la familia Torres, buscaba lugar para elaborar vinos con las variedades Chardonnay y Pinot Noir, inspirándose en la estética de las masías catalanas y siguiendo prácticas sostenibles.
La historia de Marimar Estate se entrelaza con la trayectoria de Marimar Torres, quien, tras mudarse a California en 1975, impulsó la expansión de Bodegas Torres en América y luego decidió establecer su propio proyecto vitivinícola.

En 1986, Marimar adquirió tierras en el condado de Sonoma, específicamente en la región de Green Valley, dentro de la Russian River Valley AVA, donde plantó las primeras cepas de Chardonnay y Pinot Noir. La bodega, construida en 1992, sigue el modelo de las masías catalanas, combinando la elegancia europea con la innovación californiana.
Marimar Estate se distingue por su enfoque en la sostenibilidad, obteniendo la certificación de la California Sustainable Winegrowing Alliance en 2017. La bodega se dedica a la producción de vinos de alta calidad, expresando el terroir californiano con variedades como Chardonnay, Pinot Noir y Albariño, reflejando la pasión de Marimar por la viticultura y la gastronomía española.
Marimar Estate es el resultado de la visión y el legado de Marimar Torres, quien fusionó la tradición vitivinícola familiar con la innovación y la pasión por la tierra californiana, creando vinos de excelencia con identidad propia.

Marimar es mujer luchadora y tenaz, que lleva el vino en la sangre e hizo realidad su sueño de hacer su propio vino pero en suelo californiano. El primer viñedo lo bautizó con el nombre de Don Miguel en honor a su padre, al que más tarde se sumaría el viñedo Doña Margarita, en honor a su madre, bajo la influencia del Océano Pacífico.
Fiel al legado de la familia, Marimar Torres plantó la viña al estilo europeo, trabajando con el máximo respeto hacia el medio ambiente. La viticultura ecológica, el uso de las energías renovables –la bodega es 100 por ciento solar-, el reciclaje del agua, la protección de la flora y fauna local y otras actuaciones le han permitido obtener en 2017 el certificado de sostenibilidad que otorga la California Sustainable Winegrowing Alliance y que concibe toda la propiedad como ecosistema.
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