CON LA aprobación del incremento de aranceles a países con los que México no tiene acuerdo comercial, bajo la denominación de reforma a la Ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación, y que los eleva en 1,463 fracciones a partir de enero del 2026, nos esperan tres amenazas importantes: Alza en la inflación, freno mayor en la actividad industrial, que ya está en recesión, y la respuesta de los afectados.
Los mexicanos compramos muchas mercancías a más de una docena de naciones asiáticas que serán las más afectadas, entre las que sobresalen China, Corea del Sur, India, Tailandia, Taiwán, Indonesia, Bangladesh, Camboya y Turquía. Aunque también Brasil, Nicaragua, Sudáfrica y Emiratos Árabes Unidos están en lista y balance de daños.
Aunque la presidenta Sheinbaum dijo que no tenemos nada en contra de ninguno de los países a los que se les aplicarán esos aranceles, que van del 10 por ciento hasta el 50 por ciento, la verdad es que funcionaron las presiones de Donald Trump.
Pero hay más problemas que atender, porque el plan de sustitución de importaciones tardará en aplicarse, y mientras tanto tendremos que comprar los productos de esos países.
El gobierno mexicano recaudará varios millones de dólares por la aplicación de los aranceles, pero el consumidor final cargará con los aumentos, porque veremos mayores precios en productos como autopartes, autos ligeros, vestido, plástico, electrodomésticos, juguetes, textiles, muebles, calzado, marroquinería, papel y cartón, motocicletas, aluminio, remolques, vidrio y cosméticos, entre otros:
La lectura nacional e internacional es que el aumento en los aranceles significa el alineamiento de México con sus principales socios comerciales en América del Norte, lo que podría ser positivo para el proceso de revisión del T-MEC y para los esfuerzos en reducir aranceles sectoriales, pero eso ocurrirá sólo si hay una respuesta positiva, sobre todo por parte del gobierno de Trump, con el cual hay múltiples reuniones, diálogo y propuestas en innumerables temas, pero no todas han sido tersas.
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MEXICO MANTIENE el campeonato en las exportaciones hacia EU, lo que es una valiosa noticia para la agenda económica nacional.
En los primeros nueve meses del 2025, los principales socios comerciales de Estados Unidos fueron México con 15.5 por ciento del comercio total, Canadá con 12.9 por ciento, China con 7.7 por ciento, Alemania con 4.2 por ciento y Taiwán con 4.1 por ciento. En conjunto, estos países representaron el 44.4 por ciento del comercio total de Estados Unidos en septiembre.
De acuerdo con los datos de comercio de EU, las exportaciones de México crecieron 2.98 por ciento al ubicarse en 8 mil 384 millones de dólares (mdd) en septiembre. En el acumulado del año, el vecino del norte ha comprado productos hechos por mexicanos por un valor de 399 mil 473 millones de dólares.
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JOSÉ MEDINA Mora asumió la presidencia del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), con el compromiso de fortalecer la unidad del sector privado, impulsar el diálogo con todos los actores nacionales y privilegiar la inversión, la libre empresa y el progreso de México.
Los temas implican una gran dificultad para el nuevo dirigente, sobre todo porque los organismos que integran al CCE arrastran muchos problemas internos, desde la frustrante actitud de la Concanaco, hasta la actitud servil y nula crítica de casi todos ellos ante el gobierno de la 4T.
Por si fuera poco, no ayuda al sector privado la genuflexión excesiva que hacen los más ricos del país ante la presidenta Sheinbaum, quien debe entender que el empleo y la riqueza de México no son generados por los grandes consorcios nacionales o extranjeros, sino por las micro, pequeñas y medianas empresas. Los primeros sólo hacen negocios; estos últimos sí provocan bienestar.
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