El 14 de febrero, es día de celebración, ya sea de amistad o de sentimientos más intensos, como el amor; en esta fecha muchos optan por celebrar con vino, acompañando a cena romántica o celebración más casual en compañía de esas amistades inseparables.
Diversos, versátiles y dotados de excepcional calidad, los vinos de la DOCa Rioja, permiten abrir boca y también acompañar entradas, platos fuertes y postres en el día del amor y la amistad. Es cierto, los blancos, rosados y tintos son sinónimo de alegría, emoción y celebración, desde un Genérico, Crianza, Reserva y Gran Reserva.
Como ningún otro color, el rosado transmite romanticismo. Tradicionalmente elaborados a partir de uvas tintas, Tempranillo, Garnacha, Graciano, Mazuelo y Maturana Tinta, o con la mezcla de varietales tintos y blancos, los vinos rosados de la DOCa Rioja se diferencian fácilmente por su estructura, fragancia, frutalidad. Literalmente, estos fermentados son capaces de seducir los sentidos con sus potentes notas de frutos rojos silvestres, de cerezas maduras y fresas confitadas, siempre acompañadas de delicados destellos florales. Sí, también son aliados indiscutibles de frutos rojos, crustáceos y moluscos de concha, ingredientes empleados desde la antigüedad para exaltar las pasiones.
Para celebrar la amistad, sin apasionamientos, blancos y tintos jóvenes son la alternativa recomendada. Los Genéricos, vinos de primer o segundo año que conservan sus características sensoriales más primarias y de las cuatro categorías bajo las cuales el Consejo Regulador de la DOCa Rioja reconoce a los vinos que han superado sus controles de calidad y tipicidad, ofrecen versatilidad de maridaje y la mejor relación precio-calidad. ¡Sí!, se trata etiquetas que nunca fallan como aperitivo, que acompañan bocadillos ligeros o que le ponen sazón a buena charla entre amigos.
Las veladas más especiales, en las que ternura, pasión e incluso deseo son requisito, merecen vinos extraordinarios. Los tintos Crianza se adecúan a cualquier momento, situación y menú gracias a su marcada frutalidad y deliciosos matices de especias y tostados, resultado de su breve paso por barrica. Recuerde que, “cita bajo las estrellas nunca estará completa sin botella de Rioja Crianza”.
En la cúspide del romanticismo se puede ubicar a los vinos Reserva y Gran Reserva de la DOCa Rioja, joyas líquidas reservadas para encuentros únicos. La madurez y elegancia de los tintos Reserva, con crianza mínima de 12 meses en barrica y envejecimiento de al menos seis meses en botella, los convierte en el pretexto perfecto para celebrar al compás de salsas intensas, estofados y carnes rostizadas, guisos con buena proporción de especias y hasta chocolates semi amargos.
Ahora que, si la celebración de San Valentín viene acompañada de declaración de amor, la respuesta habita en dos palabras: Gran Reserva. La complejidad, estructura delicioso perfil de frutos rojos maduros, especias cálidas y maderas finas que caracteriza a los tintos Gran Reserva de la DOCa Rioja, resultado de meticuloso proceso de crianza (mínimo 24 meses en barrica de roble y al menos 36 meses de envejecimiento en botella), darán a ese “¡Sí, acepto!” el mejor sabor de boca.
Ravioles de espinaca con mantequilla de salvia y piñones
Tiempo de preparación: 40 minutos. Dificultad: Baja. Rinde cuatro porciones
Maridaje: Vino Blanco DOCa Rioja Genérico
Los vinos de Rioja de esta categoría son idóneos para un platillo como los ravioles, ya que tienden a potencializar toda la parte de la mantequilla y la parte herbácea de las espinacas, haciendo un platillo armonioso con el vino.
Ingredientes:
700 gramos ravioles de espinaca y ricota
6 cucharadas mantequilla
5 hojas de salvia fresca
3 cucharadas piñones rosas
1 taza parmesano rallado
1 diente de ajo picado
Pimienta
Preparación: Cuede los ravioles en agua hirviendo hasta que estén al dente. En una sartén grande con mantequilla y ajo, ponga la salvia y un poco de pimienta, agregue los ravioles con un poco de agua de su cocción. Sirva y añada piñones y parmesano.
Pastel de chocolate cremoso
Tiempo de preparación: 40 minutos. Dificultad: Baja
Maridaje: Vino DOCa Rioja Tinto Reserva
Los vinos Rioja Reserva son vinos que tienen recuerdos a cacao, ciruela, higo y notas de mantequilla y pan recién tostado. Así, el pastel de chocolate es el acompañante ideal para este vino que con su complejidad se vuelve una delicia en boca al no chocar con la dulzura del pastel, sino que se integrará con la complejidad de vino.
Ingredientes
| Biscocho | Crema | |||
| 1½ tazas | chocolate amargo | 1½ tazas | queso mascarpone | |
| ¾ taza | mantequilla | 4 cucharaditas | cacao en polvo | |
| 5 | huevos | 6 cucharadas | azúcar glass | |
| 1 taza | azúcar | 2 tazas | crema para batir | |
| 1 cucharadita | extracto de vainilla | |||
| 1 taza | harina | Terminado | ||
| ½ taza | azúcar glass | 1 taza | chocolate semi amargo | |
| 4 cucharadas | mantequilla | |||
| ¾ taza | leche | |||
| ½ taza | frambuesas |
Preparación: Funde el chocolate y la mantequilla en el horno de microondas. Bate los huevos, azúcar glass y extracto de vainilla; agrega la mezcla de chocolate e incorpora la harina. Vierte la mezcla en un molde engrasado y enharinado, hornea a 180°C por 25 minutos o hasta que al introducir un palillo, éste salga limpio. Deja enfriar, desmolda y corta en tres capas con ayuda de cortador de pastel.
Bate el queso mascarpone con el azúcar glass; agrega la crema para batir y monta. Divide la crema en dos partes iguales, a una de ellas agrega el cacao e incorpora; extienda la crema de cacao entre las dos primeras capas de biscocho, después esparza la otra crema entre la segunda y tercera capas de biscocho.
Funde el chocolate con mantequilla y la leche; vierta sobre el pastel y deja enfriar. Decora con frambuesas.
