Al recorrer sus calles se encuentran valores patrimoniales únicos, como el exconvento agustino de San Pedro y San Pablo, “el más soberbio edificio jamás imaginado”; además de que es posible admirar las danzas tradicionales y artesanías, así como disfrutar de la comida típica de la región, en medio de un extraordinario entorno natural como el lago-cráter La Joya, del cerro de Culiacán o la laguna de Yuriria, la primera obra hidráulica de Latinoamérica.

Tendrás a tu alcance gastronomía lacustre, cocina regional y arte popular original.En el corazón del Bajío, Yuriria se levanta como uno de los destinos culturales más significativos de Guanajuato. Su identidad se construye sobre tres pilares que dialogan entre sí: un legado virreinal excepcional, un entorno lacustre histórico y un patrimonio intangible que se expresa en danzas, oficios y celebraciones que han sobrevivido por siglos.
Del Patrimonio Aquitectónica religioso. Destaca la Capilla de Santa María, construida a cal y canto, con tezontle, por fray Alonso de Alvarado en 1537, convirtiéndose en el primer templo de Yuriria, es de una nave, sin crucero, de planta rectangular y ábside plano. En 1896 fue restaurada y su Patrona es Santa María del Socorro de los Pobres.
El Templo del Hospital. En 1549, se inició la construcción del Hospital de Indios, lugar donde se atendía a los naturales por diferentes enfermedades o lesiones causadas por la construcción del convento. Además de centro de curación, también fue un espacio de instrucción religiosa, control social, ideológico e, incluso, político. El templo fue construido anexo al hospital y restaurado en 1694 por fray Sebastián Belmonte, y en 1890 sufrió algunas otras modificaciones.

El Templo de la Purísima Concepción. Iglesia construida entre 1710 y 1720 por fray Alonso de Esqueda, la imagen que se venera tiene el sello de la escuela de Cabrera. En el interior destacan los retablos y las imágenes de la Inmaculada Concepción, la Virgen de Guadalupe, San Judas Tadeo, San Agustín, Santa Ana y Jesús Crucificado. Su fiesta patronal es el 8 de diciembre.
Santo Sepulcro o Templo de San Antonio. El constructor fue José María Guerrero quien, en 1848, creó una pequeña capilla para que su hija María Dolores no se convirtiera en monja capuchina, pero sí pudiera realizar sus oraciones. A la muerte de Guerrero, pasó como herencia a las hijas, quienes en 1864 abrieron el oratorio al pueblo, para venerar a la imagen de San Antonio.
Templo del Señor de la Salud. Esta capilla construida entre 1630 y 1642, venera al Señor de la Salud, imagen donada por los naturales del barrio de San Juan, de la vecina ciudad de Salvatierra a los pobladores de Yuriria. Además de honrar al Señor de la Salud, el 15 de mayo se celebra a San Isidro Labrador, Santo de los campesinos.

Templo de Esquipulitas. En esta capilla se venera a la imagen del Señor de Esquipulitas, considerado como Cristo de los Arrieros. Es escultura tallada en madera, cuyo color se ha ido oscureciendo y por ello es conocido como Cristo Negro. En 2012, el templo fue restaurado y se colocaron dos esculturas de ángeles en los nichos ubicados a los costados de la puerta principal. Su fiesta patronal se lleva a cabo el último domingo de enero.
Templo del Señor de la preciosa sangre de Cristo. Se venera la imagen de un Cristo Negro de tamaño natural, tallada en madera de ébano, que fue traída desde la ciudad de Torrijo, España, por fray Alonso de la Fuente en 1646. La iglesia tiene diversas fiestas peo el 31 de agosto, la imagen es bajada y se lleva hasta la parroquia de la ciudad, en medio de casas decoradas con colores rojo y blanco; y en septiembre, se agradece el buen temporal con ofrendas de mazorcas de maíz, calabazas y otros productos.
Santuario de la Virgen de Guadalupe. Diseñado por fray Rafael Villafuerte en 1887, y lo ejecutó un arquitecto italiano cuyo nombre se desconoce. La construcción, la inició fray Fulgencio Villafuerte Ruiz en 1903, pero se suspendió en 1914 hasta que, en 1923, fray Miguel F. Zavala la retomó y culminó para ser consagrada y bendecida en 1945.
ExConcento de San Pedro y San Pablo. Magnífico ubicado en el centro de amplia plaza rectangular, la fachada de la iglesia está orientada hacia el oeste, mientras que el convento se ubica en el lado norte. Se trata de una joya de la arquitectura novohispana de estilo plateresco, con un arte tequitqui, es decir, la interpretación indígena de los símbolos católicos.
Del patrimonio civil destacan: Los Portale. Yuriria tiene espléndidos portales, como el Iturbide, antes llamado de la Santísima Trinidad, ubicado en el Jardín Principal, ahí también se encuentra el Portal Morelos y una de las casas de los insurgentes. Más adelante, cercano a la presidencia municipal está el Portal Hidalgo. En la Plaza Cívica está la que fue la residencia de los corregidores, sitios donde se denunciaron las primeras minas de plata descubiertas en Guanajuato, y los portales de arco de medio punto que llevan este nombre.

La Isla San Pedro. Situada en la laguna de Yuriria, ésta no es propiamente una isla, ya que se le construyó camino de terracería para unirla a tierra firme. En la isla, se encuentra la capilla donde se venera al padre Nieves, sitio religioso importante para los peregrinos y pescadores de la laguna.
El beato Elías del Socorro Nieves, mejor conocido como el padre Nieves, nació en esta isla en 1882, y a los 22 años fue admitido en el Colegio Agustino de Yuriria. Tomó sus votos en 1911 y cambió su nombre por el de Elías del Socorro, en alusión a la Virgen. Fue ordenado al sacerdocio en 1916 y se desempeñó como vicario en Cañada de Caracheo, Cortázar, donde terminó la construcción de su templo. Fue asesinado en 1928 durante la Guerra Cristera y el papa Juan Pablo II lo beatificó, el 10 de octubre de 1997. Sus restos se veneran en la iglesia parroquial de Cañada de Caracheo.
A unos pasos del centro, la Laguna de Yuriria se extiende como una obra monumental que transformó el paisaje desde 1550. Concebida por fray Diego de Chávez como el primer proyecto hidráulico de Latinoamérica, hoy es un Sitio RAMSAR que resguarda aves migratorias, humedales y comunidades pesqueras que mantienen viva la relación ancestral entre el pueblo y el agua. Aquí, la pesca artesana, las canoas tradicionales y el uso del tule conservan un vínculo directo con las formas de vida prehispánicas.

Ese legado perdura también en la cestería de tule, uno de los oficios más representativos de Yuriria. La elaboración de petates —considerados sagrados en Mesoamérica—, canastas y piezas utilitarias refleja un conocimiento transmitido de generación en generación. El tejido, que combina técnica, precisión y memoria, se enriquece hoy con proyectos innovadores como el taller de papel de lirio, ejemplo de creatividad sustentable y apropiación contemporánea del territorio.
Otro ícono cultural es la Danza de Paloteros, una de las expresiones purépechas más antiguas de la región. A diferencia de otras danzas tradicionales, su lenguaje no se basa en el zapateo sino en una coreografía ritual que simula una batalla. Los golpes de los palos, los desplazamientos y las formaciones evocan antiguos ensayos de guerra entre purépechas y pueblos chichimecas. Actualmente, esta danza se presenta en festividades religiosas y comunitarias, consolidándose como un símbolo identitario del Bajío.
A lo largo del año, Yuriria celebra su herencia con un calendario vibrante de festividades donde convergen música, danzas, peregrinaciones, mojigangas y expresiones de fe que convierten al municipio en un escenario cultural vivo.

No podemos dejar de mencionar su gastronomía, en Yuriria es tradicional el pan dulce conocido como fruta de horno, los tamales de cacahuate, los buñuelos de viento, los atoles de garbanzo, trigo, tamarindo y guayaba; además de las chimichangas o las enchiladas mineras.
De las opciones culinarias tradicionales o exóticas, las ancas de rana y el mole con charales, carpas, acociles, entre otros; así como el caldo michi, hecho de pescado cocido con calabacitas, zanahoria, cebolla, col y jitomate, y aromatizado con cilantro, orégano y chiles en vinagre, entre otros.
En la Angostura, lo tradicional son los camarones empanizados, al mojo de ajo, a la diabla, al ajillo; las ranas, el huachinango, el bagre, los filetes empanizados, las mojarras doradas, los cocteles, la sopa de mariscos, el caldo de camarón y de pescado, y las tostadas.
En cuanto a la cocina tradicional, se puede degustar la raíz de cerro, que es un tipo de camote silvestre que se sirve como botana; también el colinabo con limón, sal y chile, una planta hortícola y forrajera que parece un nabo de bulbo redondo y carnoso, y tiene un tallo alargado. Es morado o blanco. Y esto solo es una “probadita”.

Pero también hay mercados, humedales, música, paisajes, artesanías, áreas naturales protegidas, la pesca, avistamiento de aves, su centro histórico y mucho más. Además, no olvides que hay circuitos turísticos: Yuriria, donde comienza la historia, recorrido guiado que incluye los templos y lugares emblemáticos de la ciudad, adentrándose en la historia de sus iglesias y tradiciones.
Los cristeros en Yuriria, el camino de la fe. Recorre los templos y conoce las historias de los mártires y el origen religioso de las tradiciones de la ciudad.
Noche de leyendas en Yuriria, circuito nocturno rodeado de misterio y terror, representado en los más bellos lugares de la ciudad.
Con su profunda raíz histórica y su patrimonio artesanal y simbólico, Yuriria es destino donde la cultura no se observa: se vive, se escucha y se celebra.
Fotos: Cortesía Dirección de Turismo de Yuriria.



