Japón podría ser considerado como uno de los lugares más románticos del mundo, gracias a sus pintorescas vistas, gastronomía y su gente. La sola mención de Japón evoca imágenes de flores de cerezo y montañas nevadas. Cada estación del año es la estación del amor. Los paisajes naturales y el rico patrimonio cultural nipón crean la atmósfera perfecta para hacer la gran pregunta, celebrar el amor en la luna de miel de ensueño, o viaje en pareja para consolidar el amor.
Las parejas visitantes tendrán la oportunidad de pasar noches en hoteles históricos tradicionales escondidos en bosques de verde intenso, o en resorts de playa en Okinawa hechos para el descanso íntimo. Sin importar la época del año o intereses de la pareja, Japón garantiza ser el lugar indicado para crear recuerdos inolvidables.
Hakone. Es idílico pueblo montañoso –corto trayecto en tren desde Tokio– es destino de fin de semana muy apreciado, tanto por los japoneses como por los turistas extranjeros, que poco a poco ha empezado a aparecer en las listas de los lugares imperdibles. Es zona llena de atractivos paisajes y fácil de recorrer gracias al teleférico que atraviesa la montaña.
Hakone es famoso por la cantidad de aguas termales, u onsen, como se les conoce, que se encuentran por todo el pueblo, por lo que también hay varios Ryokan, hoteles tradicionales, en donde podrás disfrutar de auténtica experiencia japonesa, y por ser destino muy popular para parejas, existen Ryokan con aguas termales privadas dentro de los cuartos para poderlas experimentar en pareja y con privacidad.
Monte Fuji. Esta célebre montaña ofrece una de las vistas más icónicas del país, que también funge como el fondo más romántico para tomarse fotos en pareja. Comúnmente, empiezas a subir el volcán al cierre del día, pasas la noche en cabaña cerca de la cima del volcán, y termina la escalada en la madrugada para poder contemplar la escena del amanecer más significativo de Japón. Contemplar el amanecer en la cima del monte Fuji es experiencia inolvidable para compartir en pareja y recordar durante años. La montaña solo se puede subir entre finales de julio y principios de septiembre; se requiere cierta resistencia física, pues la caminata desde el pie hasta la cima puede durar de cinco a 10 horas.
En caso de no estar interesados en subir el volcán, hay varios lugares a la redonda que ofrecen impresionantes vistas de la montaña. Uno de los miradores es Fuji Five Lakes, situado al pie del monte. La pagoda de Chureito, en el parque Arakurayama Sengen, es otro de los espacios ideales para contemplar la grandeza del Monte Fuji. Muy cerca del volcán está la ciudad de Fuji-Kawaguchiko, junto al Lago Kawaguchi; ciudad turística que es éxito entre excursionistas, pescadores, aficionados y profesionales de la canoa, así como entusiastas de la naturaleza.
Okinawa. Lugar perfecto para los viajes de novios que no están completos sin visita a la playa, pues alberga algunas de las playas más atractivas del país. Estas islas tropicales de Japón, ubicadas al suroeste, tienen playas de arena blanca, aguas cristalinas, arrecifes de coral y son el lugar indicado para disfrutar al máximo los días soleados, mientras su única cultura y gastronomía –-conocida como cultura Ryukyu–-, consiente a sus visitantes.
Este complejo de islas cuenta con lujosos complejos vacacionales de cinco estrellas, así como glamping para quienes buscan experiencia más económica. También se puede navegar en kayak entre selva de manglares en isla remota, practicar el karate en su lugar de nacimiento y sumergirse en la historia local en compañía de refrescante cóctel en la mano, todo esto convierte a Okinawa en cadena de islas perfectas para románticas vacaciones playeras con sabor a aventura.
Kioto. Cuando se trata de conocer el “Japón antiguo” en escapada romántica, hay que recordar la antigua capital de Japón, Kioto. Tiene todo en lo que se piensa al imaginarse el Japón histórico, es, sin duda, uno de los lugares más románticos de todo el país. Kioto tiene más de mil 600 templos y muchos la consideran la capital cultural e histórica del archipiélago.
Tres de los santuarios y templos más románticos y de visita obligada son el famoso “Pabellón Dorado” de Kinkaku-ji, el santuario Fushimi Inari Taisha, con sus conocidas 10 mil vibrantes puertas torii rojas y el “Templo del Agua Pura” de Kiyomizudera, con su increíble veranda, y junto a este, el santuario de Jishu, que tiene la “Piedra del Amor”, que puede decir si preguntas, si vas a encontrar el amor verdadero.
Kioto, más allá de ser templos y santuarios; es ciudad romántica. Las calles empedradas del tradicional barrio de geishas de Gion son perfectas para paseo. Poder alojarse en una de las numerosas posadas Ryokan de la ciudad. Caminar por los jardines zen o el largo Sendero de la Filosofía tomados de la mano, así como degustar la exquisita gastronomía kaiseki característica de Kioto, ofrece algo diferente para cada tipo de pareja.
Hokkaido. La isla ubicada al norte del archipiélago japonés es el hogar de paisajes volcánicos, vastos espacios naturales y montañas. Puede que los confines más septentrionales de Japón no parezcan el territorio clásico de viaje romántico o luna de miel, pero si los dos son partidarios del romanticismo al aire libre, Hokkaido es un destino inigualable.
Las visitas en invierno garantizan poder ver nieve, hospedarse en resorts de esquí espectaculares, observar esculturas de hielo y nieve en el famoso Festival de Nieve de Sapporo. Aquí tendrás la oportunidad de disfrutar las tardes tomando una copa en la cervecería homónima de la capital, Sapporo; el preámbulo perfecto para velada amorosa. El verano es la estación de las excursiones por la montaña y paseos por los campos de lavanda. Sea cual sea la época, Hokkaido es destino único que no dejará de sorprender a las parejas que lo recorran.
Sin importar el lugar elegido para vacacionar en pareja, Japón es gran destino para románticas vacaciones. Además, todas las estaciones ofrecen algo diferente; la primavera es la más tentadora, por sus encantadoras flores de cerezo; el verano, con su exuberante naturaleza verde; el otoño, con su vibrante paleta de colores; y el invierno, cubierto de nieve en algunas partes de Japón y cielos despejados en otras.