Cuando piensas en viajar con bebés te preguntas, ¿qué le llevarás para comer? Incluso cuando te quedas en casa buscas que su alimentación sea siempre la mejor, la más nutritiva y la que le ayude mantenerse sano y sin complicaciones.
Por ello, hace unos días fue la presentación oficial de la marca Hipp en México que fue presentada por el CEO Stefan Hipp. Es importantes destacar que la marca es empresa familiar alemana que se fundó hace más de 120 años.
Actualmente, tiene presencia en 60 países alrededor del mundo y por más de 60 años, ha sido líder y referente en el mundo en agricultura orgánica.
Dentro de su importante catálogo de productos orgánicos, destacan las fórmulas lácteas infantiles Combiotic, reconocidas como las mejores en el mundo. La empresa es reconocida como la marca número uno a nivel mundial en alimentación orgánica infantil, así como la marca de fórmula orgánica infantil más vendida en Europa.
Durante la velada, Stefan Hipp, agradeció convivir con los presentes y hablar de los beneficios que Hipp trae a México y compartió que la razón de ser de la empresa es la responsabilidad de ofrecer a la población infantil mexicana los mejores y más completos alimentos naturales para su adecuado crecimiento. Este es el motivo por el cual, todos los productos siempre han sido y serán orgánicos, libres de azúcares añadidos, sabores y colorantes artificiales, transgénicos, hormonas y pesticidas.
El término orgánico indica forma de cultivar que está en armonía con la naturaleza y que es sustentable. Lamentablemente, sólo representa 2 por ciento de las tierras de cultivo del mundo. La certificación orgánica europea, que avala a los productos, es una de las certificaciones con criterios más estrictos, lo que garantiza la calidad orgánica de los productos.
Las vacas se alimentan con importante diversidad de pastos orgánicos que no han sido expuestos a pesticidas y herbicidas químicos, viven sueltas en los prados, tienen amplias zonas de movilidad y no son sujetas a hormonas para aumentar su producción. Estos cuidados y buena alimentación producen leche con propiedades únicas.
Fórmula infantil orgánica, significa que es libre de: resíduos químicos sintéticos, conservadores, colorantes y saborizantes artificiales, resíduos de pesticidas e insecticidas, fertilizantes artificiales, residuos de hormonas sintéticas y de crecimiento y, organismos genéticamente modificados (GMO).
Esto es importante ya que número creciente de estudios demuestran que los bebés son más vulnerables a los efectos tóxicos de los pesticidas que los adultos. Cuando se expone al bebé, el hígado y los riñones inmaduros no pueden eliminar los plaguicidas del cuerpo como los de un adulto.
Adicionalmente, la primera infancia es la etapa más importante en el desarrollo de la función cerebral y del desarrollo de los órganos para toda la vida. Sin embargo, si el proceso de desarrollo se detiene o se inhibe, hay pocas posibilidades de reparación. Por lo tanto, la comida de los bebés debe ser la más pura, mejor calidad y lo más nutritiva posible.
El uso excesivo de plaguicidas es motivo de preocupación en México. Se han encontrado altos niveles de contaminantes tóxicos (por ejemplo, metales pesados, plaguicidas) en el suelo, el agua, plantas y especies animales y se han identificado efectos adversos en la salud humana, especialmente en los niños.
Sin embargo, muchos alimentos infantiles son adicionados con otros azúcares como jarabe de maíz, maltodextrina, fructosa y sacarosa. Dichos azúcares tienen mayor índice de dulzor que la lactosa, lo que contribuye a malos hábitos alimenticios desde temprana edad. Adicionalmente, los azúcares añadidos pueden contribuir a hiperactividad, problemas para dormir, falta de concentración, depresión, diabetes y obesidad infantil, entre otros efectos. Estas consecuencias son aún más graves en México con índices tan altos de obesidad y diabetes infantil.
La lactosa es la única azúcar natural que se encuentra en la leche materna. La lactosa es fundamental como fuente de energía para el crecimiento y desarrollo, y ayuda a la absorción de calcio, fósforo y magnesio. Además es la única azúcar propia de la leche materna y por lo tanto la única que debería de contener una fórmula.
La microbiota intestinal sana es la base para la salud desde el primer día de vida, ya que establece el sistema inmune, aporta al desarrollo cognitivo, reduce las alergias así como la incidencia de obesidad infantil y diabetes.
El modo de parto y la alimentación durante los primeros meses de vida son clave para mantener y restablecer microbiota sana. La primera colonización importante de la microbiota se da durante el parto. Cuando el bebe nace por parto natural, recibe todos los beneficios naturales de la flora vaginal de la mama. En los nacimientos vía cesárea, los bebés no están expuestos a estas bacterias buenas y su primera colonización es por parte de las bacterias de la piel de la mamá y el quirófano. Esto lleva a que los bebés que nacen por cesárea tengan desbalance desde el primer día.
Posteriormente se puede mantener o restablecer microbiota sana por medio de la correcta alimentación. La leche materna es alimento simbiótico, gracias a la presencia de lactosa, prebióticos y probióticos. La presencia de pre y probióticos puede conducir al restablecimiento de microbiota intestinal beneficiosa, especialmente importante en bebés nacidos por cesárea.
Cuando la alimentación se complementa con fórmulas infantiles, es importante recalcar que no todos los prebióticos y probióticos son iguales. Hipp rechaza cualquier ingrediente sintético y su combinación exclusiva Hipp Combiotic de GOS (prebiótico) + L. fermentum (probiótico) está comprobado a tener este efecto simbiótico en la salud de la microbiota de los bebés, algo especialmente importante para bebe nacido por cesárea.
La leche materna es el alimento más puro y natural que contiene riqueza nutricional única que la hacen el mejor alimento para el lactante durante los primeros años de vida y solamente cuando la lactancia materna no sea posible, se recurre a fórmula infantil fortificada. Esta última se convierte en el principal alimento durante el primer año de vida, por lo que necesitamos asegurarnos que sea la mejor calidad
