Hoy 30 de marzo es fecha crucial en nuestro calendario, el Día Internacional de Cero Desechos, mismo que fue establecido por Naciones Unidas desde 2022 y celebrado por primera vez en 2023, tiene por objeto fomentar la concienciación sobre la importancia de cero desechos y de las prácticas de consumo y producción responsables.
Esta jornada no sólo conmemora nuestros esfuerzos colectivos para reducir la cantidad de desechos que generamos, sino que también nos brinda oportunidad invaluable para reflexionar sobre nuestras prácticas de consumo y producción.
El ABC del desperdicio de alimentos:
La pérdida y el desperdicio de alimentos es la reducción de la cantidad o calidad de los alimentos a lo largo de la cadena de suministro alimentaria.
Lo anterior, ocurre a lo largo de la cadena de suministro alimentaria, desde la cosecha y producción agropecuaria, almacenamiento, procesamiento/transformación, hasta su distribución.
El desperdicio de comida se produce desde el nivel mayorista de la venta, e incluye la comercialización al por menor (tiendas de autoservicio y mercados) y las diferentes fases de consumo (restaurantes, establecimientos de servicios hasta nuestros hogares).
En México se calcula que se pierden o desperdician más de 30 millones de toneladas de alimentos al año, el equivalente al 40 por ciento de toda la producción de alimentos.
La PDA (Pérdida y Desperdicio de Alimentos) genera grandes cantidades de gases de efecto invernadero y por ende contribuye al calentamiento global; en el país se generan aproximadamente 36 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente, lo que corresponde a las emisiones anuales de 15.7 millones de vehículos (o bien, la flota vehicular de la zona metropolitana de la Ciudad de México, Jalisco y Nuevo León al año); sin embargo, esta cifra es muy conservadora ya que refiere sólo al proceso de producción.
Este problema contribuye también a la escasez de agua, ya que se requieren recursos hídricos para producir los alimentos que nunca consumiremos. En promedio se estima que 40 mil millones de metros cúbicos de agua son desechados por causa de la PDA. Este es volumen similar al que utilizaría la población nacional durante 2.4 años.
Desde la Fundación Herdez, y en particular desde su sede en San Luis Potosí Casa Doña María Pons, se han unido a esta causa por lo que han implementado diversas iniciativas de concientización dirigidas tanto a su personal como a la sociedad, destacando la importancia de la gestión responsable de alimentos y proporcionando consejos prácticos para reducir el desperdicio en hogares, contribuyendo significativamente al objetivo común de garantizar que los alimentos lleguen a quienes más lo necesitan.
Además, en alianza con Red BAMX marcan la pauta para cambio positivo, inspirando a otros a redefinir nuestras prácticas de consumo y producción, y a adoptar economía circular, lo que significa reducir el uso de recursos naturales y las emisiones al ambiente a lo largo de todas las etapas de la cadena de producción, como factor clave para hacer frente a la triple crisis planetaria del cambio climático, la pérdida de la biodiversidad y la contaminación.
El objetivo principal de este día es promover modalidades de consumo y producción sostenibles, incentivando así la transición hacia economía circular. En mundo donde los recursos naturales son finitos y la huella ecológica de nuestras actividades es cada vez más evidente, es imperativo adoptar medidas que nos permitan vivir de manera más armoniosa con nuestro entorno
Una de las formas más efectivas de reducir nuestra huella de carbono y disminuir el desperdicio es comenzar con acciones simples en nuestra vida diaria. Por ejemplo, tirar menos comida es práctica que puede marcar gran diferencia. Cada vez que desechamos alimentos, también malgastamos los recursos y la energía que se utilizan en su producción y transporte. Además, los alimentos en descomposición en los vertederos generan metano, gas de efecto invernadero potente.
PactoTips:
Adquiere únicamente lo que necesitas, planifiqa comidas, prepare lista de compra y evita aquellas impulsivas. No sólo desperdiciarás menos alimentos, también ahorrará dinero.
Elige frutas y hortalizas feas o imperfectas, no juzgues los alimentos por su apariencia. A menudo se tiran a la basura frutas y hortalizas con formas extrañas o magulladas porque incumplen con normas cosméticas arbitrarias.
Congela y utiliza la fruta madura para preparar batidos, jugos y postres.
Pasa los productos más antiguos a la parte delantera de la alacena o refrigerador y coloca los nuevos en la parte trasera.
Utiliza contenedores herméticos para mantener frescos los alimentos y asegúrate de cerrar los paquetes para que no entren insectos.
Hay diferencia entre las fechas de “consumo preferente” y “caducidad”, a veces los alimentos siguen siendo aptos para la ingesta pasada la fecha de “consumo preferente”, mientras que la fecha de “caducidad” indica el momento en el que el consumo deja de ser inocuo.
En casa sirve porciones más pequeñas o comparte platos más grandes en los restaurantes.
Si no se comes todo lo que preparas, congélelo para más adelante o utiliza los sobrantes como ingredientes para elaborar otra comida.
En lugar de tirar a la basura lo que no consumió, puedes (i) utilizarlo como complemento para alimento de tus mascotas; y/o (ii) hacer composta con ellos, de esta forma devolverás nutrientes al suelo y reducirás su propia huella de carbono.
Dona los alimentos que de otro modo se desperdiciarían, apoya a los Bancos de Alimentos.
Únete en la lucha contra los desechos y comienza a hacer la diferencia hoy mismo. Juntos podemos construir futuro más sostenible para las generaciones futuras.
Para más información puedes visitar la Biblioteca de la Gastronomía Mexicana de Fundación Herdez en su sede de Ciudad de México (Seminario 18, Centro Histórico) o su biblioteca hermana en sus instalaciones de Casa “Doña María Pons” en San Luis Potosí.