Recorrer el país nos puede dejar gratas experiencias. Quizá de las mejores es la gastronomía pues hacia cualquier lugar que vayas siempre vas a encontrar deliciosos platillos tradicionales y los famosos antojitos que a todos nos fascinan.
La pandemia nos ha dejado muchas enseñanzas, hoy preferimos hacer viajes por el país, visitar las zonas arqueológicas o pueblos mágicos, ciudades coloniales y sitios cerca de los lugares donde vivimos y es en esos paseos donde podemos degustar las delicias gastronómicas que nos ofrece la República Mexicana a lo largo y ancho.
De la historia de la cerveza Victoria se ha enaltecido la importancia de nuestras tradiciones y gastronomía, demostrando lo chingón que es México y que las manos de su gente logran grandes cosas, desde construir impresionantes ciudades hasta preparar exquisitos platillos para chuparse los dedos.
Al igual que esta cerveza, el maíz es sinónimo de tradición y mexicanidad, siendo la base de la cocina mexicana desde la época prehispánica, que puede transformarse y degustar, gracias al poder de las manos.
Los antojitos existen en cada rincón de nuestro país, pero sin importar en qué estado se encuentren, todos tienen similitudes: se elaboran a base de maíz, pero lo mejor es que se preparan y comen con las manos, siendo esto ritual de la gastronomía, en el cual vale la pena indagar.
Comencemos con el tlacoyo, el antojito con mayor historia y que existe desde la época prehispánica, que fue la provisión predilecta durante largos viajes convirtiéndose en símbolo de resistencia. El cual se caracteriza por su masa de maíz nixtamalizado que con la magia de las manos, cambia su estado amorfo a figura ovalada que se puede rellenar de frijolitos, requesón o habas, para después acostarlo suavemente sobre el comal caliente y cuando esté en su punto, poner nopales, salsa y cebolla. ¿Se te antojó? a nosotros sí.
El sopees conocido como una de las garnachas favoritas de los mexicanos y es descendiente del tlacoyo, a diferencia de este último, las manos transforman las bolitas de masa en tortilla gruesa, la cual es pellizcada por los bordes y sumergida en aceite, para formar especie de cazuelita que evita el derrame de los ingredientes, dando como resultado delicia crocante que debe disfrutarse con las manos.
Originaria de Oaxaca y con 30 cm de sabor, la Tlayuda es tortilla de maíz con tamaño extraordinario que requiere de ambas manos para disfrutarse. Al elaborarse con masa de maíz nixtamalizado, el fuego y la grasa de cerdo son los elementos necesarios para lograr esa rigidez que a todos encanta.
En los límites de Oaxaca y Puebla, habita la Tetela, otra delicia culinaria que desde el primer paso es necesaria la magia de las manos para transformarla, iniciando por moldear la masa, prensarla para dejar el grosor adecuado y rellenarla con los ingredientes favoritos para finalmente darle esa forma triangular que tanto la caracteriza, la cual solo se puede lograr manualmente, para después dejarla cocinar en el comal caliente.
Cada uno de estos antojitos enaltecen las calles de México, satisfaciendo apetitos y haciendo salivar a más de uno a su paso, basta con solo detenerse a probarlos porque la comida más chingona, es la que se hace, es por eso que Cerveza Victoria celebra a todas aquellas manos creadoras que diariamente convierten cientos de ingredientes en platillos icónicos, reconocidos por su sabor.
