Cuando visitas Jordania, es imposible no notar ese pañuelo que muchos hombres —y también algunas mujeres— llevan con elegancia y orgullo.
Ese accesorio, conocido como Hatta o Shemagh, no es solo prenda tradicional: Es emblema de historia, cultura y pertenencia que forma parte esencial de la identidad jordana.

¿Qué es la Hatta jordana? Es fácilmente reconocible por su diseño de cuadros rojos y blancos, es pañuelo cuadrado de algodón o lino que se utiliza en la cabeza o el cuello.
Su función principal ha sido siempre proteger del sol, el viento y la arena del desierto, pero con el tiempo se ha convertido también en símbolo nacional de orgullo y valentía.
Historia. El uso de la Hatta en Jordania tiene raíces antiguas. Los beduinos, habitantes del desierto, la empleaban desde tiempos remotos como prenda funcional que ofrecía abrigo y protección frente al clima extremo.
Con el paso del tiempo, la Hatta pasó a representar mucho más que necesidad práctica: Se transformó en símbolo de identidad nacional y de respeto a la herencia árabe.
Durante el reinado del Rey Hussein, la Hatta roja y blanca fue adoptada ampliamente como emblema del orgullo jordano, distinguiéndose de la versión negra y blanca usada tradicionalmente en otros países de Medio Oriente.
El nombre de la prenda varía según la región, siendo conocida también como keffiyeh, shmagh, ghutrah, ħaṭṭa o shemag.
Hoy en día, ver a un hombre jordano con su Hatta perfectamente colocada es ver historia viva de tradición, honor y pertenencia.
¿Por qué se usa la Hatta en Jordania? En el día a día, sigue siendo prenda práctica y funcional, especialmente en las zonas rurales o desérticas. Protege del sol, del polvo y también del frío nocturno.

Pero su importancia va más allá de lo útil: Usar una Hatta es muestra de respeto y orgullo por las raíces beduinas del país.
En celebraciones nacionales, actos oficiales o eventos culturales, la Hatta se lleva con especial distinción, como recordatorio del espíritu fuerte y hospitalario del pueblo jordano.
¿Cómo se coloca? Colocar la Hatta es arte, y aunque existen diferentes estilos según la región o la ocasión, el método clásico es el siguiente: dobla el pañuelo en forma de triángulo. Colócalo sobre la cabeza, con la parte doblada en la frente y los extremos cayendo a los lados. Asegúralo con el aro negro conocido como agal, que mantiene la Hatta firme. Los extremos pueden dejarse sueltos o cruzarse sobre los hombros, según el estilo personal. Cada forma de llevarla refleja algo distinto: Respeto, elegancia o incluso posición social.
Cómo colocarte la Hatta sin agal (aro negro). Dobla la Hatta. Coloca el pañuelo en superficie plana y dóblalo por la mitad en forma de triángulo, uniendo dos puntas opuestas. Colócala sobre tu cabeza. Sitúa el lado doblado (la parte recta del triángulo) sobre tu frente, dejando que las dos puntas cuelguen a los lados. La punta del triángulo debe quedar en la parte trasera de tu cabeza o caer ligeramente sobre la espalda. Ajusta según tu preferencia.
Estilo clásico beduino: cruza las dos puntas delanteras debajo del mentón y llévalas hacia atrás del cuello, ajustando el pañuelo para proteger el rostro del sol y del polvo. Este estilo es ideal para excursiones al desierto, como en Wadi Rum o Petra.

Estilo relajado o urbano: Deja las dos puntas sueltas sobre los hombros o cruza una sobre el otro hombro. Es una forma más moderna, muy común en Ammán o en contextos turísticos. Fíjala si lo deseas.
Si hace viento o quieres mantenerla firme, puedes anudar suavemente las puntas detrás del cuello o incluso usar un pequeño broche, alfiler o gafas de sol sobre la cabeza para sostenerla.
Consejo práctico: si viajas a Jordania, verás que muchos locales dominan la técnica con elegancia natural. Buen tip es observar a los vendedores de mercados o guías beduinos, ¡son verdaderos expertos en colocarla rápido y con estilo!
El valor cultural de la Hatta en Jordania. La Hatta no es solo una prenda: es un símbolo del alma jordana. Representa hospitalidad, fortaleza y orgullo nacional. Es un recordatorio de los valores que definen al país: el respeto por la tradición, el sentido de comunidad y la conexión con la tierra.

Además, se ha convertido en un elemento cultural que trasciende generaciones. Desde los beduinos del desierto de Wadi Rum hasta los jóvenes de Ammán, la Hatta sigue uniendo identidades y contando historias.
Legado que perdura. Ya sea ondeando en el viento del desierto o acompañando los colores de la bandera en día nacional, la Hatta jordana sigue viva como símbolo de orgullo y unidad.
Lleva contigo pedazo de historia. Llevarla no es solo gesto de tradición: es honrar la historia, la cultura y el espíritu indomable del pueblo jordano.
Recorre su desierto, ciudades y mercados, adquiere tu propia Hatta como recuerdo auténtico de cultura que abraza con hospitalidad y orgullo. Cada hilo cuenta una historia, cada diseño representa una identidad.



