El desarrollo de la Península de Yucatán no solo aporta valor positivo, sino que genera un total de más de 350 mil toneladas de todo tipo de residuos que genera anualmente solo la ciudad de Mérida.
Ante esta situación, hace más de seis años, el empresario Joel Domínguez consideró que la comunidad de la península y sus industrias necesitaban desarrollarse junto a la sustentabilidad que brinda el reciclaje de residuos sólidos.
Con 15 años de experiencia en el suministro internacional de materias primas secundarias, el ingeniero industrial de la UDLA fundó Reciclados Peninsulares, la primera empresa de reciclaje de la región en enfocarse en los beneficios del cambio climático en lugar de métodos comerciales puros. La capacidad de procesamiento de residuos sólidos de 60 mil toneladas ha crecido 2 dígitos cada año desde su creación.
“Nuestro objetivo desde el inicio fue acompañar en el crecimiento sustentable de la península buscando mantenerla como el punto más verde del país”, dijo Joel Domínguez, director general.
En su análisis de la situación de la región, Domínguez señaló la necesidad de apostar por el reciclaje, invertir en instalaciones y equipos especializados para gestionar y disponer adecuadamente los residuos, apoyar la localización y recogida de residuos y encaminar la región hacia una gestión eficiente. La gestión sostenible de los residuos marca la dirección.
Administrada por sistemas informales, la península enfrenta amenazas para la salud como enfermedades, contaminación de aguas superficiales y subterráneas y emisiones de gases de efecto invernadero como el metano. El sistema de reciclaje, recolección y eliminación que desarrolló produjo beneficios locales rápidos.
En la región, los desechos a menudo terminan en vertederos, alcantarillas y ríos, e incluso los productores de desechos a menudo recurren a la quema a cielo abierto.
Ocho millones de toneladas de plástico ingresan al océano cada año, y más del 60 por ciento proviene de la basura no recolectada. Las ciudades con sistemas de recolección y tratamiento incompletos en todo el mundo son reconocidas como los principales desafíos globales que plantean los plásticos oceánicos.
Las aguas subterráneas y superficiales contaminadas pueden afectar la salud de los ecosistemas expuestos, locales y aguas subterráneas, incluido el océano.
Los sistemas profesionales de recolección, reciclaje y eliminación son más baratos y confiables que los sistemas informales o incompletos. Las regiones con sistemas inadecuados de gestión de desechos o que dependen de una combinación de transportistas formales e informales a menudo enfrentan ineficiencias, mala calidad y confiabilidad del servicio y corrupción.
Las camionetas de recolección de diferentes operadores a menudo duplican las rutas de servicio, lo que aumenta la congestión, contaminación y costos. Si hay múltiples operadores en una ciudad, también es más difícil para la ciudad mantener la regulación municipal y los procedimientos de recolección y procesamiento.
“Hemos acelerado los procesos de reciclaje que normalmente tardaban de 30 a 45 días a tan sólo 10 días”, afirma Domínguez. Así, la solución desarrollada es de última generación y utiliza un sistema automatizado para monitorear todo el proceso desde la recolección hasta el reciclaje, con una comprensión clara de los costos y las ganancias generadas en cada proceso, así como su estado de aceptación. Es un proceso de bucle continuo que se puede rastrear casi en tiempo real, crear una aplicación para rastrear las operaciones comerciales, mostrar la recolección, entrega, limpieza, envío y manejo, y crear nuevos productos que sean 100 por ciento accesibles para la empresa.
Los flujos de desechos en el sur se caracterizan por una riqueza orgánica, típicamente del 50 al 80 por ciento del total de desechos, y la creciente prosperidad ha llevado a un aumento en los envases y otros materiales reciclables sólidos, incluidos los materiales negros. Establecer sistemas de recolección, reciclaje y eliminación segura es esencial para las ciudades que desean gestionar estos desechos y generar ingresos y otros beneficios a partir de ellos, así como aumentar las tasas de reciclaje. Esta historia de éxito debe replicarse para que las ciudades avancen hacia sistemas de gestión de residuos sostenibles que prioricen la reducción y el desvío de residuos con el objetivo final de cero residuos.
Está previsto que el centro de procesamiento industrial de la península esté terminado a fines del próximo año. Se comenta que atenderá a los estados de Campeche, Yucatán y Quintana Roo en más de 3 hectáreas.