UNO DE los grandes motores de la economía se ubica en las manufacturas, que van de la mano indisoluble de las exportaciones.
México siempre ha sido un jugador importante en la producción y fabricación de todo tipo de bienes. Lo grave es que dicha variable, al cierre de junio, documentó seis caídas consecutivas en lo que va del año.
Se confirma así que enfrentamos una fase de una desaceleración aguda en este importante sector que registra una caída interanual de -3.8 por ciento.
Usted sabe que las manufacturas engloban toda la fabricación de productos destinados a la exportación, donde también hay mucho dinamismo, y que sus beneficios replican en empleo, salario formal e ingresos públicos.
Si se nos caen las manufacturas, se reduce la producción y fabricación de bienes, las ventas al exterior y notaremos un desequilibrio en las cuentas nacionales.
La desaceleración de la producción manufacturera es evidente al registrarse una menor demanda externa. Los últimos datos de ventas minoristas en EU así lo confirman.
En el último reporte del INEGI sobre la actividad industria, se informó que la manufactura cayó -0.8 por ciento al cierre de mayo, respecto al mismo periodo del año anterior, y que 14 de los 21 subsectores arrastraban niveles de producción inferiores a los de enero pasado
En cuanto a la utilización de la capacidad, en el quinto mes de 2024, 10 de los 21 subsectores aún estaban por debajo de su cifra anterior a la COVID (frente a ocho el mes anterior); la confección, los productos de cuero y la industria química, quedaron rezagados.
Expertos de BBVA Resarch suponen que la manufactura mantendrá lentitud en la segunda mitad del año, en medio de un menor gasto en bienes duraderos en EU y en un entorno de altas tasas de interés y normalización gradual de los patrones de consumo de los hogares.
Hay que señalar que al cierre de mayo, a tasa anual, el personal ocupado total bajó 1.9 por ciento; las horas trabajadas cayeron 1.6 por ciento, y sólo hay un crecimiento de 4 por ciento en las remuneraciones medias reales.
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LA BUENA noticia es que Ficth mantuvo la calificación de la deuda de largo plazo en moneda extranjera de México en BBB-, por encima del grado de inversión. Dice esa agencia que la perspectiva es estable, por lo que no habrá cambios durante los próximos 12 a 18 meses, y reconoció que nuestra nación se mueve en un marco de políticas macroeconómicas prudente, consistente y creíble y que las finanzas externas se mantienen robustas con la capacidad de absorber choques externos.
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NADIE ENTIENDE las razones de pagar servicios de agua en una sucursal bancaria o en algunos de sus cajeros automáticos, si el gobierno de la Ciudad de México tarda días, meses o hasta 2 años en registrar el cobro. Lo más penoso del asunto es que al acudir a una oficina del gobierno capitalino para conciliar el pago no reflejado en la página oficial, los empleados del gobierno capitalino informan que ellos no pueden atender tal asunto porque “tienen mucho trabajo” y le recomiendan enviar su comprobante de pago a través de su correo personal a sacmex_atención@sacmex.cdmx.gob.mx para que pueda ser documentado, pero además le aconsejan ya no pagar en un banco, ni en sus cajeros, ni tampoco en tiendas como Bodega Aurrerá, Chedraui, La Comer, Soriana, Suburbia, Superama, Walmart, entre otra larga lista de opciones. Entonces usted se pregunta: ¿Para qué diablos dejan esa atención a los bancos, centros comerciales y tiendas de autoservicio, si los pagos no se registran? Grave burocracia.
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