LLEVAMOS CASI todo 2024 con un persistente aumento en los precios de bienes y servicios y no sabemos cuándo habrá un remanso, aunque es probable que la desaceleración de la economía en EU provoque mayor oferta y con ello se atempere la inflación.
Pero esas son suposiciones. Lo real es que la inflación está muy elevada. En julio pasado, según el INEGI, el Índice Nacional de Precios al Consumidor subió 1.05 por ciento, y lanzó a esa variable hasta 5.57 por ciento en términos anuales, es decir la medición del aumento de los precios de julio de 2023 al mismo mes de 2024.
El común de los mortales sigue afectado en su bolsillo. Pero como no, si los precios de las frutas y verduras se incrementaron 23.6 por ciento, su mayor alza desde agosto de 2017 (25.82 por ciento), y los agropecuarios crecieron 13.72 por ciento, su tasa más alta desde octubre de 2022 (14.25 por ciento).
En julio pasado todos los mexicanos tuvimos que pagar aumentos de precios de doble dígito, porque el jitomate aumentó 33.34 por ciento, mientras que la naranja, cebolla, gasolina de bajo octanaje y aguacate, aumentaron 18.57, 25.08, 1.14 y 17.01 por ciento, respectivamente. Si usted usa gas LP en su casa, le podemos decir que pagó un 6.70 por ciento más.
Hoy no lo voy a enredar con el análisis de la inflación subyacente y la no subyacente, o si el INEGI la medirá de otro modo actualizando la canasta y estructura de los ponderadores a partir de la primera quincena de agosto. Lo que si debemos admitir es que todo este año nos llevaremos sobre las espaldas -como el Pípila-, el alza persistente de los precios en casi todos los bienes y servicios, así como las altas tasas de interés.
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AUNQUE EL Banco de México haya reducido en 25 puntos base su tasa de interés de referencia, con opiniones divididas de los expertos, pues algunos apostaban a que se mantendrían en 11 por ciento y otros que bajaría a 10.75 por ciento, la verdad es que los réditos siguen muy elevados y será difícil que en 2024 los veamos por debajo del doble dígito. A ver cómo detienen la embestida especulativa contra el peso, ahora que otros bancos centrales, como el de Japón, han aumentado el premio a sus inversionistas en vez de bajarlos
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DURANTE EL primer semestre de 2024, los bancos tradicionales perdieron participación en el financiamiento de autos ligeros. Las financieras han metido más el acelerador en el crédito a los vehículos vendidos en México.
En dicho periodo, la participación de las financieras presentó un dinamismo de 82 por ciento en el segmento de autos compactos; de 75 por ciento en el de vehículos deportivos y de 70 por ciento en los de lujo.
Los bancos participaron con un 20 por ciento en el financiamiento de autos de usos múltiples; con igual porcentaje en subcompactos y de 79 por cientp en el segmento de Pick-Ups.
Las ventas de vehículos nuevos en México se ubicaron en 124,761 unidades, registrando un crecimiento de +12.6 por ciento en comparación con julio de 2023. Con esta cifra, las ventas acumulan 27 meses consecutivos de crecimiento.
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AUDI ES el mayor perdedor en la radiografía del sector automotriz en la primera parte de 2024. Las ventas de la marca en México decrecieron -14.9 por ciento contra el período comparable de 2023, mientras que de julio de 2023 al mismo mes de 2024 (anualizado) la merma ha sido de -24.4 por ciento.
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