EL GOBIERNO de México sostiene en su página oficial que el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) ocupa el lugar 15 en conexiones con el mundo. No obstante, esa categoría en el ranking se logró antes de que llegara esta administración a Palacio Nacional, porque para 2019 dicha terminal aérea ya estaba en el lugar 19 y hasta ahora nadie sabe, al parecer, si hemos caído más en el rango o seguimos igual.
En materia aeroportuaria hubo altibajos en otras administraciones y cierre de aerolíneas que no pudieron sobrevivir a las crisis de todo tipo.
Lo lamentable es que en este gobierno el promedio en resultados ha sido a la baja, sin altas, y muchos problemas que resquebrajaron al sector, desde la pérdida de la categoría 1 en seguridad aérea por más de 2 años, hasta los caprichitos “oficiales” por afectar la modernización de la Terminal 2.
Desde que comenzó este gobierno se despidió a personal capacitado en control aéreo y manejo de aeropuertos; se intentó obligar a todas las aerolíneas -incluidas las extranjeras o con códigos compartidos-, a trasladar sus operaciones de carga al AIFA, sin tener rutas de entrada y salida para ello, lo que provocó diferencias con los vecinos del norte, Pero, sin duda, el colofón de los pleitos con las autoridades de EU fueron los “decretazos” para reducir número de vuelos con el pretexto de la saturación en el AICM.
En 2023, el AICM fue rebasado en el ranking mundial por los aeropuertos de Dubai y Manila. En el primer trimestre de 2024, dicha terminal aérea perdió 953 mil pasajeros por el recorte de slots (horarios de aterrizaje y despegue asignados a las aerolíneas), y hasta este momento hay muchas dudas sobre el destino de los millonarios recursos que se captan por concepto de Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA) que sufrió un aumento de 77 por ciento a finales del año pasado y convirtió al AICM en uno de los más caros del continente.
Hasta aquí el recuento de pasado en el AICM. Lo que viene es de pronóstico reservado, porque la política y los negocios no se llevan y en el trajín todos saldremos perdiendo por el fracaso en la política de aeronáutica civil, si es que la hubo, y por haber dejado en manos militares un segmento estrictamente de negocios y de civiles.
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DEJEME DECIRLE que la actual secretaria de Turismo de la Ciudad de México, Nathalie Desplas Puel, es uno de los personajes más cercanos a Claudia Sheinbaum, y por trayectoria y capacidad podría ser el reemplazo de Miguel Torruco en Sectur federal, si es que la candidata de Morena gana la presidencia de la República el 2 de junio próximo.
Sin embargo, extraoficialmente se sabe que Desplas también ha realizado muchas tareas de transparencia y rendición de cuentas para Sheinbaum, por lo que sería más útil en la Secretaría de la Función Pública para limpiar y para marcar los límites a quienes no están dentro del círculo de la ex jefa de gobierno.
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LA SECTUR federal empieza a perder piezas fundamentales. El tabasqueño Humberto Hernández Haddad ya no es subsecretario de Turismo. Ahora es el nuevo cónsul de México en Austin, Texas, y tendrá que abocarse a priorizar las solicitudes de asistencia y protección consular bajo un contexto antiinmigrante y atender la posibilidad de la entrada en vigor de la Ley SB4, promovida por el gobernador Greg Abbott, que convierte la entrada ilegal en un delito estatal y permite a los jueces estatales ordenar la deportación.
Vale recordar que Hernández Haddad ya fue Cónsul General de México en San Antonio, Texas, cargo en el que se le recuerda por su intención de extraditar a Miguel Muñoz Rocha, un ex diputado federal que hubiera sido clave en el asesinato de José Francisco Ruiz Massieu, y que de acuerdo con el ex subsecretario de Turismo, hubo mano negra para que Muñoz Rocha evadiera a la justicia a cambio de su conversión en “testigo protegido” en EU.
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@AlejandraBernal
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